Simbología judía
El arca del pacto o alianza, era
un icono donde la presencia de DIOS mismo residía. Los antiguos hebreos le
tenían tal reverencia al arca que su morada era el lugar Santísimo del
tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote una vez
al año portando incienso, sangre de cordero sobre sí y sobre todo estando libre
de pecado, para no perecer a causa de la Presencia de Dios.
Actualmente los judíos tienen en
sus sinagogas un cofre donde guardan la Torá y el cual representa el Arca de la Alianza,
habitáculo que alberga la palabra de Yaveh.
Pero también en muchas religiones
se cree que el lugar Santísimo no es donde está el arca, sino donde se
encuentra la presencia de DIOS.
Simbología cristiana
Para el cristianismo evangélico,
el Arca significa la Presencia misma de Dios entre su pueblo. Los querubines
siempre aparecen en la biblia como guardianes que cuidan lo que Yahveh les
encomienda, una de esas prohibiciones es que el humano se acerque a Dios. Pero
en el Arca se ve cómo los querubines están inclinados ante la tapa que contiene
la sangre depositada por el sumo sacerdote; esto significa que cuando los
querubines ven la sangre que cubre el Arca, se inclinan y permiten el paso a la
Presencia de Dios, es decir, el cristiano que está cubierto simbólicamente por
la sangre del sacrificio de Jesucristo, tiene libre acceso al Padre. También
está presente igualmente como objeto sagrado en la religión de la Iglesia ortodoxa etíope; y para los cristianos católicos romanos se simboliza místicamente a través de
la Virgen
María. Para los cristianos existe un episodio especial durante la
muerte de Jesús en la cruz del Calvario, cuando el enorme velo del templo se
rasgó por la mitad. Su significado; El Lugar Santísimo estaría de ese momento
en adelante, accesible para todo aquel que quisiese acercarse a la Presencia de
Dios, la antigua alianza ya no tenía valor según la segunda carta a los
corintios 3:14 puesto que Él, EL CORDERO SANTÍSIMO había derramado su sangre
una vez y para siempre, y había hecho de los suyos sacerdotes de Dios.
Historia del Arca
La Biblia indica que el Arca fue
mandada construir por Moisés y su diseño ordenado según Dios lo había
dispuesto; fue usada en la conquista de Canaán y con ella Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca, y durante
siete días fue paseada en torno de Jericó, que
cayó luego en poder de dicho caudillo.
El Arca fue fijada en Silo. Durante
la época de Elí y Samuel, sucedió uno de los episodios más impresionantes del
que se cuenta acerca del Arca de Dios. Durante una cruenta guerra contra los filisteos fue llevada al campamento israelita con el
objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica
derrota del pueblo hebreo, donde también murieron los dos hijos del juez y
sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo,
dando lugar a un verdadero luto en todo el país de Israel. En poder de aquellos
estuvo unos meses, aconteciendo que desde el momento que fue llevada al templo
de la gigantesca estatua del dios Dagón en Asdod, éste quedó dos noches
consecutivas postrado delante del Arca, sólo que la segunda vez decapitado y
sin las manos, a lo que siguió una ola de estragos, desastres y plagas azotando
todo aquel país. Los filisteos, horrorizados por aquellos sucesos, habían
dejado que el Arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después
los animales pararon en Bethsames:
varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que
dieron al objeto sagrado.
De allí fue trasladada a Gabaá.
Luego Saúl la habría utilizado en la campaña contra los filisteos.
Posteriormente David con un acompañamiento solemne la habría
trasladado a Sión. Sin
embargo, de camino a Sión había ocurrido un accidente:Uza, un
encargado del Arca, quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de
repente. David atemorizado la dejó durante 3 meses en casa de Obededom.
Seguidamente, desde Sión la reliquia fue instalada en el majestuoso templo de Salomón en tiempos de su reinado en Jerusalén.
Luego, desde que Nabucodonosor, rey de
Babilonia, invadió Jerusalén, destruyendo el templo y saqueando todos los
objetos valiosos del mismo, el Arca previsoriamente fue llevada y colocada en un
lugar seguro y secreto antes de la invasión y posterior deportación de los
judíos. Precisamente -en ese tiempo de la destrucción del Templo- Jeremías es
el profeta ungido responsable de hablar. Según el registro de los Macabeos,
Jeremías tomó el Arca -lo cual representaba el trono de Dios- para ocultarla en
el Monte Nebo:
Leamos en 2 Macabeos 2:4-8 (este
libro solo aparece en la biblia con el canon alejandrino)
"El profeta, después de
una revelación, mandó llevar consigo la Tienda y el Arca; y cómo salió hacia el
monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando
llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda,
el Arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus
acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto
Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: "Este lugar quedará desconocido hasta que Dios
vuelva a reunir a su pueblo y
le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria
del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés, cuando Salomón rogó
que el Lugar fuera solemnemente consagrado".
Jeremías diría que esa Arca, el
antiguo "trono de Dios", perdería importancia espiritual y sería
sustituída por la presencia de Dios entre su pueblo:
"Y sucederá que en
aquellos días... -declara el SEÑOR- no se dirá más: "Arca del pacto del
SEÑOR"; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos
ni será hecha de nuevo. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del
SEÑOR"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del
nombre del SEÑOR; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón."
(Jeremías 3:16-17)
"Y el templo de Dios fue
abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo
relámpagos, voces, truenos, un terremoto y gran granizo."
(Revelación/Apocalipsis 11:19)
Ubicación actual del Arca
Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del Arca de la
Alianza. Entre ellas destacan las tres más conocidas, las cuales se citan a
continuación:
Oculta en
el Monte Nebo
El Libro II de los Macabeos, cap. 2,
ver. 4-10), contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías siendo
advertido por Hashem(Di-s)" antes de la invasión babilónica, movió el Arca
desde el Templo, y la hizo enterrar en una cueva del Monte
Nebo.
En este sentido, cabe mencionar
que, a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias "no probadas" y sin fundamento serio, que postulan
que posiblemente habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún
otro lugar, el cual depende de la versión de cada teoría o historia.
Llevada a Zimbabue
La tribu africana Lemba, la cual presume de ascendencia
israelita, ha afirmado en sus tradiciones que sus
antepasados, cuando llegaron al sur de África, trajeron consigo una reliquia
sagrada llamada Ngoma
lungundu o
"la voz de Dios", la cual estuvo un tiempo escondida en una cueva
profunda en las montañas Dumghe,
su hogar espiritual hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra
actualmente.
A partir de ello, el investigador Tudor Parfitt, que
tiene un enfoque literalista de la historia bíblica, postula en su
investigación que el Ngoma
lungundu está relacionada con
el Arca. Su hipótesis se basa en que el objeto descrito por el pueblo Lemba
posee atributos similares al Arca, tales como que el Ngoma lungundu es de
tamaño parecido, que fue trasladado sólo por los sacerdotes, que no se le
permitió tocar el suelo, que fue venerado como una voz de su Dios, o que se
utilizó como un arma de gran poder.
Parfitt analizó este artefacto
con radio-carbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que
coincidió con el repentino final de la Gran
Zimbabue. Parfitt sugiere que la Ngoma lungundu que se encontró, es la descendiente de
la Bíblica Arca, y que ésta fue reconstruida a través de la historia. Parfitt
ofrece la sugerencia de que el Arca bíblica, al igual que la Ngoma lungundu, era una
estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero, y que siempre ha sido un tambor, así
como un arma de algún tipo, al igual que el Ngoma. Sin embargo, esta última
hipótesis es rechazada por otros arqueólogos e historiadores, al no poder ser
probada.